DESCUBRIR LA CULTURA CORSA
Córcega: culturas y tradiciones
De la historia, el relieve y la insularidad nació la identidad corsa. El pueblo corso desarrolló una cultura ligada a la tierra, a la familia y a sus antepasados, así como a la comunidad (clan, pieve, pueblo). La religión católica da ritmo a la vida de la isla (procesiones, cofradías, peregrinaciones, fiestas...), el himno de la nación corsa es un canto religioso dedicado a la Virgen María: el Diu vi Salvi Regina.
Esencialmente oral, la cultura corsa se expresa a través de la canción y la lengua.
La lengua corsa en el origen es una lengua romance que viene del latín. Durante su historia, fue influenciada por la Toscana y la Genovesa y luego por la Francesa que corresponde al período moderno. Coherente en su conjunto, cada microrregión ha desarrollado un lenguaje particular, con variantes fonéticas o léxicas, especialmente en los nombres relativos a la fauna, la flora y la vida pastoral. La lengua corsa es el soporte de la cultura. Vector de las tradiciones orales, se expresa en el canto y la narración de cuentos: maravillosos cuentos durante las vigilias, canciones de cuna, rimas infantiles, chjama è risponde que se improvisan y se cantan justas verbales, hasta el voceru y el lamentu que acompaña a la muerte. El corso era tradicionalmente el idioma de la vida cotidiana, el idioma administrativo estaba reservado a las potencias dominantes. Desapareciendo poco a poco con la modernidad, la lengua corsa experimentó un renacimiento en los años 70. Hoy en día se enseña en las escuelas y su co-oficialidad con el francés es una fuerte demanda votada en 2013 por los miembros electos de la Asamblea de Córcega.
Las costumbres corsas
Los cantos polifónicos, sagrados o profanos, son emblemáticos de la identidad corsa. Lejos del folclore, son canciones vivas, testigos privilegiados de la memoria de la isla y de los acontecimientos del presente. Los Paghjelle están en el origen de canciones arcaicas, cantadas por pastores cuyos textos poéticos evocan los acontecimientos de la vida. Compuesto por tres voces (la Seconda, la Bassu y la Terza), acompañan las celebraciones sociales o religiosas. Los cantos polifónicos sagrados siempre han formado parte de la práctica religiosa de los corsos. Puntúan las fiestas religiosas, las procesiones y las misas, siendo la más conocida de todas la Diu vi Salvi Regina. El canto corso secular y litúrgico de paghjella está inscrito desde 2009 en la Lista del Patrimonio Inmaterial de la UNESCO.